lunes, 25 de mayo de 2015

té para dos

He visto hoy en el tren a dos chicos y una chica, esa combinación tan de todos los días. Ella, de perfil delicado y flequillo rebelde, los ojos grandes que van de uno a otro, la sonrisa dulce. Y ellos. Expansivo uno, de gestos a lo mejor un poco torpes, deportista, más o menos guapo, a esa edad no acaba de definirse bien; muy payaso. El otro, su reverso: tímido y delgado, de cejas gruesas y manos muy blancas, como olvidadas sobre las rodillas.Flash Thompson y Peter Parker, la misma historia de siempre, él y ella y él, mirándose. Yo los miro también mientras simulo que leo, y me acuerdo de cuando tú y él y yo, Lupita, y me sube una marea amarga por dentro. 



Ha pasado el tiempo y sigo esperando que me pique la puta araña radioactiva. Hay días en que me da por perdonarte que te lo tiraras, ¿sabes? Pero, la verdad, a quien de verdad echo de menos es a él. Y no me cuesta nada imaginar... 

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