lunes, 28 de abril de 2014

enemigo mío


No han dejado de verse en todos estos años, siempre en los mismos bares de su juventud: charlan, ríen, se cuentan sus cosas cotidianas y sus intimidades, porque con nadie más tienen esa sensación de confianza y cercanía. Les importa bien poco lo que hacen en su tiempo de trabajo, dejan a un lado lo que pueda suponer un conflicto, porque lo que cuenta es esa cerveza compartida, ese tiempo de conversación, la complicidad, la calidez de su mutua compañía.


Por supuesto, celebraron la admisión de Lupita como agente de campo, como habían celebrado unos meses antes que él fuera reclutado por la división de I+D de armamento: sin entrar en detalles y entre carcajadas y confidencias. En esas largas noches de cigarrillos compartidos y comida china sabrosa, HYDRA y SHIELD no son más que siglas que ninguno de los dos pronuncia, accidentes que quedan en segundo plano, esa rutina diaria de la que no se habla. Porque lo que importa es otra cosa...

lunes, 21 de abril de 2014

control

Hay planetas en los que llueve metano desde un cielo incendiado de naranja, tormentas que duran semanas, meses, huracanes inimaginables que giran y aúllan durante cientos de años terrestres. Todo esto lo piensa Lupita sin saber por qué mientras contempla la lluvia desde el interior de la tienda y siente el aire húmedo que entra de la calle. 

A su alrededor hay un hormigueo de chiquillas con miniminifaldas y miniminishorts que van y vienen, nerviosas, los ojos billantes, los labios muy rojos, que esquivan al segurata de uniforme gris y pelo gris y tez gris, aburrido hasta la extenuación, sin siquiera verlo, sabiéndolo fuera de lugar.


Lupita no lo duda más y sale a la calle, respira hondo y abre los brazos como quien va a echar a volar, se deja mecer por el viento...  y vuelve a pensar en tempestades colosales, en la mancha roja de Júpiter... y en que no hay nadie allí para ver todas esas maravillas... Y sueña, otra vez sueña despierta, cosmonauta Lupita llamando a control de Tierra...

lunes, 14 de abril de 2014

propósito

Lupita prueba la temperatura del agua con el pie, la larga pierna extendida hasta comprobar que sale ya caliente. Le gusta pasar un buen rato debajo de la ducha, y si lleva el pelo tan corto es, en parte, para poder lavarlo a diario y olvidarse luego del secador.



Mientras el agua resbala por su piel blanca, vuelve a soñar con un baño de espuma bien largo en una de esas bañeras con patas de las películas, un baño con gafas de sol y una copa de vino blanco. Como Audrey Hepburn. 

El vapor espesa el aire y empaña el espejo, y Lupita decide, otra vez, que algún día tendrá una bañera grande y con pies en su piso, cuando los alquileres y los sueldos de mierda lo permitan.


lunes, 7 de abril de 2014

arriba y abajo

ARRIBA. Rutina y método, pasillos metálicos, el zumbido perpetuo de la ventilación. Apenas hay momentos de ocio, y Lupita los suele pasar en el mirador, contemplando en silencio la superficie terrestre allá abajo.


ABAJO. Cómo explicarle a su abuela, la misma que de muy pequeña le contaba que había viajado por el mundo entero en el dobladillo del pantalón de un gigante, encaramada como quien se asoma al balcón, la misma que la convenció de tratar de usted a los gatos que merodeaban el patio soleado (todavía hoy lo hace, con una media sonrisa cómplice, siempre que se cruza con uno). Cómo explicarle que la Estación Espacial no se cae desde allá arriba precisamente porque está siempre cayendo, que el secreto es ese, no terminar nunca de caer...  Cómo explicárselo y que duerma tranquila, que sueñe con una Lupita que se asoma desde el cielo como ella se asomaba al mundo desde su gigante andariego...

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