lunes, 27 de enero de 2014

weird

Lupita sueña a veces con princesas guerreras: Belit, reina de los piratas de la Costa Negra, o Sonya, la roja. Sueña a veces sueños brumosos, de olores espesos y colores vivos: rojo sangre, verde jungla, negro muerte. Sueña sueños tumultuosos de los que regresa con un sabor metálico en la lengua y el recuerdo del cuero y el acero y el sudor vivo todavía en los brazos y en los muslos.



Lupita sueña a veces sueños febriles y turbios de los que despierta empapada y temblorosa, y con un deseo que le desgarra el vientre: la necesidad abrasadora de aullar a la luna.

lunes, 20 de enero de 2014

just looking for another girl...


Otra mudanza. Ojalá sea la última... al menos, en una buena temporada. Lupita abre cajas que no llegó a abrir la última vez porque hay que aligerar equipaje y dejar atrás lastre, cajas con libros, cuadernos, discos

Hay que elegir. Va apartando volúmenes manoseados, ejemplares que leyó muchas veces y títulos que pensó que leería más adelante y ni por esas. Los dedos se le ennegrecen de polvo, y mientras hojea  encuentra pequeños tesoros inexplicables entre las páginas: billetes de metro, fotografías, recortes de periódico amarillos y crujientes... ex libris de andar por casa.


Boris Vian y Henry Miller, Lawrence, Lem, Cortázar, Rulfo, ¡Asimov! Hay libros que le salvaron la vida y libros que la llevaron de la mano un tiempo y quedaron atrás. Libros de los que nada recuerda, ni siquiera a cuento de qué están ahí, y otros que permanecen vivos en su cabeza, esos que le explotaron entre las manos y le cambiaron la vida. Elegir parece difícil, pero en realidad no lo es: está lo que importó y está lo que ya no importa, y luego los discos, ahí la cosa se complica porque pesan como un dolor y guardan canciones que están pegaditas a tantos momentos, buenos o malos... Billy Bragg, que no quiere cambiar el mundo pero a ella se lo cambió, The Smiths, Stereolab, Jonathan... Cuando encuentra el maxi de Blue monday decide que lo primero que va a hacer, mañana mismo, es conseguir un plato para poder escuchar todos esos discos, todos, en su casa nueva, con las ventanas abiertas de par en par...

lunes, 13 de enero de 2014

el largo viaje

Lo peor de Marte es el polvo rojo, esa arena finísima que acaba impregnándolo todo y se acumula en cada rincón sin que pueda hacerse nada por evitarlo. Eso y el frío, claro.

Lo peor de la Estación Espacial, en cambio, es la sensación permanente de suciedad y de ahogo, ese olor espeso a metal y a sudor. Y el frío, también. Ese frío que una no se quita de encima nunca, ni siquiera enterrada entre mantas.



Lo peor del Largo Viaje, en cambio, es el silencio. Un silencio como nunca nadie ha sido capaz de imaginar. Ese negro silencio que convierte cada rumor en fragor y que hace imposible el sueño, un silencio de titán dormido que te hace consciente de cada respiración, del correr de la sangre por tus venas y del borboteo de la digestión. Un silencio gigante que te hace sentir pequeña y sola... tan sola, tan pequeña, que ya ni siquiera el frío importa... 

lunes, 6 de enero de 2014

vigilia

Te miro mientras duermes, Lupita. Miro la curva de la garganta y ese mechón de pelo que a veces se te descuelga y te tapa los ojos. Miro tus labios entreabiertos y miro tus pies chiquitos asomar de entre las sábanas, porque no hay manera de que concilies el sueño si te los tapas.

Te escucho respirar. Vigilo tu sueño mientras la noche perezosa transcurre detrás de las ventanas. Te miro mientras duermes e imagino maneras de gestionar esto que tenemos entre los dos, esta burbuja volátil e incendiaria, mi hambre y tu sed, esto que sé que acabará pronto porque no hay manera de que pueda durar y por eso cada amanecer es un regalo y cada noche una incógnita elástica que se alarga, tic-tac.


Te miro mientras duermes porque no sé si mañana estarás aquí, Lupita, y eso me mata.

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