lunes, 24 de junio de 2013

Lupita sueña

Sueño número 1: Una bandada de ciclistas hipsters baja por la acera, radiantes todos de felicidad, bronceados, atropellando peatones incautos a su paso. Lupita vengadora alarga sus manos para invocar el huracán definitivo que se los lleva, bicivoladores, somewhere over the rainbow, donde serán alimento de alacranes y babosas.

Sueño número 2: Lupita persigue por toda su casa a una polilla grande como un perro y del color del chocolate con leche. No le gustan tanto como los bichos-bola, que le producen una ternura de parvulario, pero le caen bien las polillas, tan raras, tan blandas y tan bien peinadas. Por fin, después de mucho aspaviento, la conduce hasta la ventana abierta y la ve luego alejarse, volar, hacerse pequeñita. 




Se despierta temprano, contenta, y solamente recuerda la sensación de estar asomada a la ventana y un olor a rosas que se le cruza de un sueño número tres que no llegó a cuajar pero que ahí está, al acecho, por si una siesta.

lunes, 17 de junio de 2013

that summer feeling

Llega el verano y siempre que veo a Lupita doy gracias en silencio a quien sea que haya ideado la moda del pantalón corto. Bendito sea.

Lupita que camina, Lupita que cruza las piernas larguísimas sentada en una terraza, Lupita que me sonríe, gafas de sol y carmín de color fresa. Lupita descalza, Lupita pecosa, Lupita despeinada.


Lupita que cada mañana inventa una manera distinta de esconder la pistola...

lunes, 10 de junio de 2013

zona caliente

Sé cuánto te gusta pasear y te imagino deambulando por la ciudad tomada, un poco aturdida quizá. Procurarás que no se te escape detalle, fotografiarás las piscinas vacías, los perfiles rotos del hormigón degradado. Las palmeras recortadas contra el cielo. Los automóviles abandonados en cualquier parte, abiertos, como si sus dueños acabaran de bajarse: nada tan desolador como esa imagen, ¿verdad?


Puede ser que te cruces con alguno de los Visitantes. Puede ser, por qué no, que incluso llegues a fotografiarlo. Cada vez se dejan ver más a menudo, cada vez son menos esquivos. Los vas a reconocer enseguida: piel aceitosa, manos palmeadas y unos ojos opacos, cansados. Han visto cosas tremendas esos ojos, Lupita... Cosas remotas y terribles. No les sostengas la mirada, si estás tan cerca como para hacerlo... No les sostengas la mirada si no te quieres extraviar en esa negrura...

lunes, 3 de junio de 2013

summer nights

Vino rojo y chocolate negro. Es la combinación perfecta, Lupita lo sabe bien. El sabor áspero del vino, el amargor untuoso del chocolate y el aire fresco de la noche, cuando por fin se disipa el calor y se puede respirar en el balcón. 


Irse a la cama después con ese dulce mareo, soñar sueños inconfesables... No hay nada mejor.

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